Según un reciente estudio sobre ciberseguridad, un asombroso 91% de los ciberataques comienzan con un correo electrónico. Teniendo en cuenta que los correos electrónicos almacenan gran parte de sus datos, esto pone de relieve el papel fundamental que desempeñan en nuestras vidas digitales y la necesidad de ser conscientes de su huella digital.
Introducción
Su huella digital es el rastro de datos que deja cuando se conecta a Internet. Estos datos pueden ser compartidos deliberadamente, como las publicaciones en las redes sociales, o acumulados silenciosamente por sitios y anunciantes a través de herramientas como las cookies. A medida que la interacción digital se convierte en un elemento básico en sus vidas, la integridad de sus comunicaciones en línea, especialmente los correos electrónicos, adquiere prioridad.
La huella digital: Un rastro de la actividad online
Piense en su huella digital como si fueran pisadas en la arena, pero en lugar de arena, es la vasta extensión de Internet. Cada vez que deambula por sitios web, publica sus pensamientos en las redes sociales o incluso simplemente hace clic en un enlace, está dejando una marca tras de sí. Al igual que las huellas de los pies pueden decirle a alguien si caminó o corrió por una playa, sus rastros digitales revelan fragmentos de información sobre quién es usted, qué le gusta e incluso sus rutinas.
Cada clic y cada comentario en línea contribuyen a su huella digital, que puede clasificarse en:
- Huellas activas: Acciones como publicaciones en redes sociales, correos electrónicos y subidas de vídeos.
- Huellas pasivas: Huellas no intencionales rastreadas por terceros.
Ser consciente de su huella es vital, ya que puede dictar las percepciones en línea e influir en diversos aspectos de la vida, desde las perspectivas laborales hasta las interacciones sociales.
Gracias a estas huellas, su mundo en línea parece un poco más personalizado. Recibe recomendaciones de películas, anuncios a medida e incluso artículos de noticias que coinciden con sus intereses. Pero hay una cara opuesta: cuanto más estamos en línea, más de nosotros mismos exponemos. Es como dejar huellas en cemento húmedo: pueden convertirse en permanentes y cualquiera puede tropezar con ellas. Así que, aunque la era digital ofrece una conectividad y una personalización sin precedentes, es esencial permanecer atentos, sabiendo que cada paso contribuye a la historia que estamos contando al mundo sobre nosotros mismos.
¿Por qué son importantes los correos electrónicos seguros?
Los correos electrónicos contienen a menudo datos personales y empresariales confidenciales. Cuantos más de estos datos tenga expuestos, más vulnerable será a los ciberataques.
Los ciberdelincuentes envían con frecuencia correos electrónicos falsificados que imitan a empresas legítimas con las que usted puede estar asociado, como Facebook, su proveedor de telecomunicaciones o incluso una factura falsificada de su compañía de servicios públicos.
Entonces, ¿cómo saben estos delincuentes a qué empresas está usted conectado? La respuesta está en su huella digital.
Utilizar correos electrónicos seguros con funciones como el cifrado de extremo a extremo y la autenticación de dos factores no es un lujo, sino una necesidad.
Estas herramientas sirven como guardianes de su identidad digital, asegurando que las conversaciones privadas sigan siendo privadas.
La mecánica de la seguridad del correo electrónico
Piense en la seguridad del correo electrónico como en la robusta cerradura de su puerta principal, que protege su mundo en línea. Al igual que los ladrones tienen diferentes trucos, las amenazas en línea van desde estafas furtivas como el phishing hasta otras más complejas.
Si no tenemos cuidado, éstas pueden dañar su reputación en línea. Afortunadamente, si elige servicios de correo electrónico sólidos y se informa sobre estos “ladrones” en línea, podrá proteger mejor sus “hogares” digitales.
Privacy and Digital Presence: Striking the Balance
La privacidad no es anonimato. Se trata de establecer una presencia en línea sin ceder los límites personales. Unas prácticas de correo electrónico meticulosas, complementadas con un uso informado de las herramientas de privacidad, allanan el camino hacia este equilibrio, permitiéndole operar en línea sin una exposición innecesaria.
¿Cómo proteger su huella digital?
1. La concienciación es el primer paso
Antes de poder proteger su huella digital, debe comprenderla. Compruebe regularmente lo que hay sobre usted. Busque su nombre en Google, vea qué perfiles de las redes sociales aparecen y revise sus publicaciones e imágenes.
2. Limite la información que comparte
Piénselo siempre dos veces antes de compartir información personal online. Tanto si se trata de una publicación en las redes sociales como de un formulario online, cuantos menos datos personales ponga ahí fuera, menor será su huella digital.
- Redes sociales: Utilice los ajustes de privacidad para controlar quién puede ver sus publicaciones, fotos y otra información.
- Compras online: Aunque es cómodo guardar sus datos de facturación y envío para más tarde, considere la posibilidad de no hacerlo. Limita la exposición potencial en caso de que el sitio de comercio electrónico sufra una violación de datos.
3. Utilice contraseñas fuertes y únicas
Disponer de contraseñas diferentes para las distintas cuentas garantiza que, si una de ellas se ve comprometida, las demás permanezcan seguras. Utilizar un gestor de contraseñas puede ayudarle a mantener y organizar sus contraseñas.
4. Navegue en privado
Existen varias formas de garantizar que sus hábitos de navegación sigan siendo privados:
- Modo incógnito: Esto evita que se guarden su historial de navegación y sus consultas de búsqueda. Sin embargo, no oculta su actividad a los sitios web ni a su proveedor de servicios de Internet.
- VPN (Red Privada Virtual): Una VPN encripta sus datos online, lo que dificulta que alguien husmee en sus actividades o localice su ubicación.
- Motores de búsqueda seguros: En lugar de los motores de búsqueda más populares, considere la posibilidad de utilizar otros que no rastreen su historial de búsqueda, como DuckDuckGo, Qwant o Ecosia.
5. Desconfíe de las cookies y los rastreadores
Muchos sitios web rastrean su actividad utilizando cookies. Mientras que algunas son esenciales para la funcionalidad, otras se utilizan para recopilar datos sobre su comportamiento:
- Borre regularmente las cookies: Esto puede limitar la cantidad de datos que los sitios web acumulan sobre usted.
- Utilice extensiones para navegador: Herramientas como Privacy Badger o uBlock Origin pueden bloquear rastreadores y anuncios que puedan estar recopilando sus datos.
6. Limite los permisos de las aplicaciones
Conceda a las aplicaciones sólo los permisos que necesiten absolutamente para funcionar. Por ejemplo, una aplicación para tomar notas no debería necesitar acceso a su cámara o a sus contactos
7. Tenga cuidado con las Wi-Fi públicas
Las redes Wi-Fi públicas son cómodas pero no siempre seguras. Evite acceder a cuentas personales o realizar transacciones sensibles en estas redes. Si no tiene más remedio, utilice una VPN.
8. Exclusión voluntaria de la recopilación de datos
Muchos servicios, incluidos los motores de búsqueda y las redes de marketing, ofrecen formas de optar por no participar en la recopilación de datos. Aunque puede llevar tiempo, merece la pena investigar y optar por la exclusión cuando sea posible.
9. Revise y elimine regularmente las cuentas antiguas
Lo más probable es que se haya dado de alta en servicios online o suscripciones que ya no utiliza. Estas cuentas inactivas pueden ser un riesgo para la seguridad. Elimine las cuentas que ya no utilice y reduzca el número de posibles puntos de entrada para los piratas informáticos
10. Infórmese
Constantemente surgen nuevas amenazas y técnicas. Manténgase informado sobre lo último en privacidad digital, violaciones de datos y medidas de protección. Nuestro curso de privacidad y seguridad del correo electrónico es un buen lugar para empezar a educarse.
Conclusión
En el mundo digital actual, cada clic, cada “me gusta” y cada “compartir” cuenta una historia sobre usted. Es un poco como dejar huellas en la arena, pero estas marcas permanecen mucho después de que suba la marea. Del mismo modo que se preocupa por las impresiones que deja en sus interacciones cotidianas, debería ser consciente de las huellas digitales que deja. Al fin y al cabo, es su historia y debería poder opinar sobre cómo se cuenta. A medida que se vuelve aún más dependiente de la tecnología, es un buen recordatorio para navegar con cuidado y reflexión en el paisaje digital.
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PREGUNTAS FRECUENTES
Su huella digital es como sus rastros en Internet. Se compone de las cosas que comparte, como los mensajes, y de la información que los sitios web recopilan sobre usted aunque usted no lo sepa.
Cada correo electrónico enviado o recibido pasa a formar parte de su historial online. Contienen información personal y profesional a la que, si acceden personas no autorizadas, se puede hacer un mal uso de ella. Por ello, garantizar su seguridad es esencial para mantener una huella digital positiva.
Las huellas activas son el resultado de acciones deliberadas online, como publicaciones o correos electrónicos. Las huellas pasivas son rastros no intencionados, como los datos rastreados por los sitios web que utilizan cookies sin acción directa del usuario.
Existen herramientas y servicios que pueden proporcionar una visión general de su presencia online, revelando qué información personal podría ser accesible públicamente. La comprobación periódica de la configuración de las redes sociales y el uso de motores de búsqueda para buscar su nombre también pueden aportar información.
Sí, plataformas como Mailfence, ProtonMail y Tutanota ofrecen sólidas funciones de seguridad para proteger sus correos electrónicos